A continuación, compartimos con todos Uds. un resumen de las novedades más destacadas del mundo de la ciencia y la tecnología.
El impacto del tarifazo en las universidades públicas
El aumento de tarifas aplicado por el gobierno nacional en los servicios públicos no da tregua ni a las universidades. En algunas llegó a haber aumentos de hasta el 600 por ciento en la electricidad, por ejemplo. El decreto de “emergencia del sector eléctrico nacional”, firmado por Mauricio Macri en diciembre, indica que los organismos públicos –incluidas las universidades– deben llevar adelante una reducción del consumo energético. Ese ahorro ya se intenta llevar adelante en las casas de estudios, pero –según los rectores consultados por Página/12– no soluciona los problemas de fondo, que son presupuestarios.
La premisa para las universidades es que aprovechen al máximo la luz solar, aunque sea a costa de la reducción de jornadas y eso comenzó a traer consecuencias: en diversas instituciones ya se suspendieron actividades culturales y deportivas, reuniones académicas y extracurriculares, talleres, charlas y debates. Muchos rectores manifestaron preocupación por este asunto en el Consejo Interuniversitario Nacional y analizan la posibilidad de solicitar más fondos al gobierno nacional. Algunos incluso advierten que las clases corren riesgo: cuando se aprobó el presupuesto universitario en 2015, no se preveían los tarifazos posteriores.
“Esta suba de las tarifas afecta a la planificación establecida, nos obliga a tomar medidas que van contra el normal funcionamiento de la universidad”, dijo a este diario Fabián Calderón, rector de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR). Además, advirtió que la situación presupuestaria es “una preocupación de todos los rectores de las universidades públicas”.
Uno de los tantos decretos que firmó el presidente Macri fue el 134/15, que en su artículo 3 insta a “todos los organismos de la administración pública nacional, a coordinar con el Ministerio de Energía y Minería un programa de racionalización del consumo en los respectivos organismos”.
“Más allá de todas las reducciones que podamos hacer, el problema es de presupuesto. Porque el año pasado aprobamos un monto que hoy en día, después de estas subas de tarifas, quedó muy corto. La luz se lleva un tercio del presupuesto de la UNLaR, tuvimos un aumento del 300 por ciento en ese rubro”, explicó Calderón.
La Universidad Nacional de La Matanza está pagando un 600 por ciento más de tarifa energética respecto de 2015, y las autoridades creen que la suma podría ser todavía mayor en épocas de pico de consumo. En el caso de las universidades asentadas en el sur del país, el invierno promete una abultada cuenta de gas. El impacto del aumento de los gastos de funcionamiento también comenzó a generar problemas en lo cotidiano en muchas universidades. Las fuentes consultadas señalan que hay faltantes, por ejemplo, de insumos importados, de productos de limpieza e higiene, entre otros.
En el primer plenario del órgano que agrupa a todos los rectores de las universidades públicas del país, Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que se realizó en Avellaneda a principios de mes, algunas autoridades plantearon como un problema el aumento de las tarifas de luz, de gas y del alquiler de sedes edilicias. Y evalúan que si la situación no se resuelve podrían apelar a diputados y senadores para buscar una solución.
El decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Glenn Postolski, reconoció a Página/12 que “el costo es inviable para la UBA, se pasó de 7 a aproximadamente 80 millones de pesos en luz. Además, tenemos muchísimos convenios con el Estado que hoy están congelados”. En Sociales, Postolski apeló a la “conciencia del uso de lo público”, pegando en las aulas carteles que exhortan a apagar ventiladores y luces cuando no se están usando. Y agregó, que en caso de continuar la situación, “se ve en riesgo la posibilidad del dictado de clases”.
Justamente la semana pasada, el rectorado de la UBA presentó en comisión del Consejo Superior una propuesta de distribución del presupuesto asignado por la Nación. El encargado de hacerlo fue el secretario de Hacienda, Emiliano Yacobitti, quien también es presidente de la Unión Cívica Radical porteña. Si bien la propuesta obtuvo el aval de la mayoría de los consejeros y podría aprobarse este miércoles, hubo sectores que señalaron la insuficiencia de los fondos. El consejero superior Ezequiel Galpern (La Mella) denunció “un recorte” y dijo que, en las condiciones actuales, los recursos “no alcanzan ni para pagar la luz”. “Se propuso un cero por ciento de aumento para los gastos de funcionamiento, entre los cuales están la luz, elementos de laboratorio, viajes de estudios y otras cosas”, aseguró el consejero por la minoría estudiantil. La federación estudiantil (FUBA) y gremios docentes se movilizarán mañana en rechazo al presupuesto acordado.
Fuente: Página 12
El nuevo sarcófago de Chernobil
Han pasado treinta años de la catástrofe de la central de Chernóbil. La madrugada del 26 de abril de 1986 un aumento súbito de potencia en el reactor 4 produjo el sobrecalentamiento del núcleo, lo que provocó la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Fue el peor accidente nuclear de la historia. Miles de personas fueron evacuadas, contaminó amplias zonas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia y sigue causando muertes por cáncer.
En el lugar de los hechos cada jornada comienza con un ajetreo similar al de antes de la catástrofe. Miles de operarios siguen acudiendo cada día a la central. Trabajan en el desmantelamiento definitivo de los reactores 1, 2 y 3, que siguieron activos y fueron desconectados en los años siguientes hasta dejar de funcionar en el año 2000. A unos cientos de metros otros se encargan del proyecto más delicado del país: sustituir el 'sarcófago' del reactor donde se produjo la explosión (el número 4) por una nueva cubierta.
Lo llaman el arco. Pesa más de 30.000 toneladas y se alza hacia el cielo con la ayuda de 650.000 tornillos. La estructura supera en tamaño a un estadio de fútbol. Entre los ingredientes de esta nueva 'costra' para tapar la mayor herida nuclear del planeta prima el acero. Tiene una altura similar a la de un edificio de 30 pisos: la Estatua de la Libertad podría resguardarse bajo su techo sin mojarse. Pero en este caso se trata de preservar a los que están fuera del poderoso veneno que hay dentro.
Para proteger a los trabajadores, el arco ha sido levantado a 180 metros del reactor averiado, que tras aquella noche de 1986 estuvo ardiendo durante 10 días. Unos raíles de teflón servirán para mover la cúpula hasta tapar por completo la 'zona cero'.
El viejo sarcófago fue construido siete meses después del accidente. En los últimos años la estructura se ha ido deteriorando, por lo que se tomó la decisión de construir uno nuevo que permitirá mantener de manera más segura las sustancias radiactivas o tóxicas atrapadas en el interior. El problema es que habrá que retirar parte de la vieja estructura, y nadie sabe bien qué está pasando ahí dentro.
La explosión contaminó un área de 50.000 kilómetros cuadrados en Ucrania. A partir del día siguiente desde helicópteros se lanzaron 5.000 toneladas de arena, boro y plomo. Después se cubrió con hormigón y otros materiales.
Sobre la nueva cubierta los obreros se mueven como liliputienses intentando dominar al gigante. Son más de 1.000 contratados del consorcio internacional Novarka, encargado del proyecto. El montaje de estructuras concluirá en noviembre próximo, tras lo cual se podrá instalar el nuevo 'sarcófago' sobre el reactor, explica Yulia Marusich, especialista integrada en la plantilla de Chernóbil. Toda el área de construcción fue descontaminada exhaustivamente antes de comenzar, para evitar riesgos al personal. Incluso se sustituyó el suelo por otra superficie. Pero el peligro es una mala hierba imposible de arrancar. "La radiación ahí es unas 20 veces superior a la de Kiev", afirma Marusich.
Para llegar hasta esta zona tan peligrosa hace falta recorrer pasillos de 600 metros por todo el interior de la central. Antes, en la puerta, el periodista recibe un dosímetro y tiene que firmar un papel en el que se compromete, entre otras cosas, a no tocar el suelo y a no pulsar ningún botón. De esto último se encargan los 1.500 trabajadores que se ocupan del programa de desmantelamiento de la planta. En 2015 comenzó la segunda fase: desconexión total de la central nuclear y almacenamiento del combustible radiactivo y otros materiales altamente tóxicos.
Dentro de la sala de control del reactor número dos, vecino al que originó la explosión, los trabajadores escuchan la radio ataviados con las batas y las cofias obligatorias para entrar en la zona. En un rincón, un empleado aprovecha para fumar. El drama de aquella noche, en la que el equipo que estaba de guardia corrió por los pasillos para intentar calibrar y acotar el desastre, se ha esfumado. Sólo un monumento al operario Valery Jodemchuk, situado en un rincón oscuro cerca de la zona de refrigeración, recuerda lo ocurrido en aquella fecha, a la 1.23 de la madrugada. Jodemchuk murió de manera instantánea en la explosión. Su cuerpo jamás se encontró y se cree que está entre las ruinas del reactor.
Ahora el ritmo en la central es lento. Los viejos ordenadores soviéticos de los años ochenta, alguno de ellos tan grande como una habitación, tienen apagados los pilotos rojos. Ha pasado tanto tiempo que pocos sabrían manejar ese dinosaurio tecnológico.
Pero varias décadas no bastan para cerrar la herida. En 1991 se produjo un incendio en una turbina del reactor 2 durante unos trabajos de reparación. Y en 2013, parte del techo cayó sobre la sala de turbinas debido al peso de la nieve. Chernóbil sigue siendo un lugar peligroso, donde a la entrada y la salida uno es sometido a un riguroso examen de radiación. Así será hasta 2065, señala Anton Pobor, del Departamento de Relaciones Internacionales de la central. Todos los trabajadores hablan de esa fecha en primera persona, como si el tiempo dentro se detuviese y fuesen ellos mismos los que, a finales de este siglo, van a cortar la cinta del parque de estudios y experimentos técnicos que el nuevo gobierno ucraniano quiere construir en aquel lugar.
Los problemas de Ucrania, ahora envuelta en una guerra en el este que todavía arroja víctimas, han complicado el 'borrado' de la central. De hecho Kiev no tuvo nunca recursos financieros propios para la construcción del nuevo sarcófago. El Fondo internacional de Protección de Chernóbil, gestionado por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, fue creado en 1997 por los países del G7 para encarrilar el 'sellado' de la central. Según el Ministerio de Ecología de Ucrania, inicialmente se preveía gastar 800 millones de euros en estas obras, pero el coste ha aumentado en más de 615 millones.
En 2017 comenzará a operar este segundo 'sarcófago', y en 2023 se espera completar la destrucción de la vieja estructura, la tarea más delicada de todo el proyecto pues implica trabajar en el interior del reactor. Preguntada por los riesgos, Marusich no puede evitar encoger los hombros: "Se llevará a cabo con la menor implicación posible del ser humano". Cuando todo haya acabado, cientos de personas de los alrededores se quedarán sin trabajo. El gigante nuclear que les estropeó la vida hoy les sigue dando de comer.
Más de 160 países firman el Acuerdo de París
Coincidiendo con la celebración del Día de la Tierra, la Organización de Naciones Unidas vuelve a reunir a la gran mayoría de los países. Por primera vez en la historia un tratado de Naciones Unidas será firmado por el mayor número de países. Hasta ahora ostentaba el récord la firma de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en Montego Bay (Jamaica) en 1982, a la que acudieron 119 países. La ceremonia de la firma del acuerdo de París reune a casi 170 países, convocados por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
Acuden a esta importante cita en la sede de Naciones Unidas en Nueva York (EE UU) la gran mayoría de países –en total 168 de 196– que se comprometieron el pasado mes de diciembre en la cumbre del clima de París (COP21) a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para que las temperaturas no superen un aumento de 2 ºC –o incluso el 1,5 ºC– para finales de siglo.
“Alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo requerirá un esfuerzo serio y significativo para descarbonizar la economía global, basado en un cambio hacia la energía limpia, que aumente los niveles de eficiencia y la gestión sostenible de todos los recursos naturales”, ha señalado recientemente Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas.
Tras su aprobación el pasado 12 de diciembre de 2015, la firma del Acuerdo de París es la primera de las etapas. El documento es en realidad un libro que recopila los textos originales en sus seis idiomas oficiales y que contiene páginas de firma para cada uno de los Estados.
Una vez que lo jefes de Estado, de Gobierno y los ministros regresen a sus país, se procederá a la ratificación o aceptación del tratado en los próximos meses. Este proceso desembocará en la aceptación del Acuerdo de París a escala internacional. Pero para ello, la ratificación puede implicar o requerir, dependiendo de las leyes y las constituciones de cada país, la intervención del poder ejecutivo (Gobierno) o incluso a veces también la del poder legislativo (parlamento). Cuando finalice este proceso, los representantes de cada país volverán a Nueva York con un instrumento de aceptación o ratificación del acuerdo a nivel internacional.
Pero para que pueda entrar en vigor el Acuerdo de París, “es necesario que al menos 55 Estados hayan aceptado el acuerdo, pero estos deben también representar al menos el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo”, ha recordado Santiago Villalpando, de la Oficina de Jurídicos Legales de la ONU. Estos son los dos requerimientos para que el acuerdo quede ratificado. Cuando esto suceda, el acuerdo entrará en vigor para su implementación en 2020.
Para que los planes previstos en el acuerdo empiecen a ser implementados a partir de 2020, los países deberán movilizar desde antes sus recursos, incluidos los económicos –para cubrir el fondo económico de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020–, e invertir en políticas bajas en carbono. En el Acuerdo de París se comprometieron a adoptar y ejecutar medidas energéticas para promover la lucha climática.
Antes de esa fecha, en 2018, los Estados tendrán la oportunidad de actualizar sus planes de actuación y revisar sus esfuerzos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en sus contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional de las emisiones de CO2 (INDC, por sus siglas en ingles), presentadas por 187 países. El objetivo es no superar el aumento de 2ºC para 2100.
Según las intenciones de reducción de emisiones, a finales de siglo, el aumento de la temperatura se situará en entre 2,7 ºC y 3,5 ºC, un objetivo que se aleja de los 2 ºC y aún más del 1,5 ºC, tan exigido por los países de las islas del Pacífico y el Caribe.
“La ambición de este acuerdo debe traducirse en medidas concretas para cumplir el objetivo de 1,5 ºC, lo que significa que todos los países deben volver a presentar contribuciones mucho más ambiciosas en el marco del Acuerdo de París en 2020, a más tardar”, ha recalcado esta semana Emmanuel M. De Guzman, secretario de la Comisión de Cambio Climático de Filipinas.
Según Ban Ki-moon, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar aumentos descontrolados de la temperatura es la garantía de que la esperanza en un futuro desarrollo seguro sigue viva.
Fuente: Agencia SINC
Litio: la oportunidad del norte
Mientras en los mercados internacionales los precios del petróleo, acero y carbón languidecen, sube la demanda de “materias primas tech”, usadas para celulares, electrónicos y autos eléctricos, como grafito, cobalto y el litio, llamado también el oro blanco del siglo XXI.
Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, en “el triángulo del litio” norte de Argentina y Chile, y sur de Bolivia, se acumula el 49 por ciento de los recursos identificados, y el 62 por ciento de las reservas mundiales confirmadas, es decir las realmente disponibles y económicamente viables con la tecnología actual.
El peso relativo de estos salares es dinámico, varía según se amplían los estudios de exploración y se desarrollan nuevas tecnologías que extraigan el litio de lugares impensados, como rocas y el océano. Por eso los expositores del “Quinto Seminario Internacional: Litio en la Región de Sudamérica 2016” coincidieron en la idea de “ventana de oportunidad”, dado que el país tiene las mejores chances de capitalizar la actual demanda del litio, que tendría su pico máximo en los próximos cinco años, frente a las dificultades que atraviesan estas explotaciones en Bolivia y Chile, algo que fue señalado por la propia Comisión Chilena del Litio (Cochilco).
“Hay una demanda concreta y Argentina la tiene que aprovechar. Bolivia con el salar de Uyuni no arrancó, y Chile tiene un techo, porque no puede otorgar nuevas concesiones. Australia es el primer productor mundial, pero allí por ahora su explotación es el doble de cara”, destacó el presidente de la Cámara Minera de Catamarca Luis Manuel Álvarez. En Catamarca el litio no es novedad, desde hace 19 años produce 12 mil toneladas por año de carbonato en el salar del Hombre Muerto. Allí avanza un nuevo proyecto, Sal de Vida, de la empresa australiana Galaxy que está en búsqueda de financiamiento.
Con la actividad metalífera casi paralizada, el litio ha sostenido la alicaída inversión minera del 2015 y se mantiene como principal eje en lo que va del 2016. En Jujuy, considerada la capital nacional de la minería, sus proyectos más emblemáticos atraviesan dificultades: Compañía Minera Aguilar está reduciendo su personal, y la multinacional canadiense Silver Standard ha decidido cerrar Mina Pirquitas, dedicada a la explotación de plata, estaño y zinc, con impacto en 600 puestos de trabajo directos, 250 originarios de comunidades cercanas. Y justamente el litio generó el último gran proyecto de la provincia, Sales de Jujuy, que pertenece a la empresa Orocobre, un holding australiano, con participación de la automotriz Toyota y la empresa provincial de energía Jemse. Comenzó a operar con su planta el año pasado, obtuvo una producción de 427 toneladas de carbonato en diciembre y prevén producir 17.500 toneladas anuales de litio grado batería.
En el encuentro se aclaró que a pesar de esta explosión de crecimiento, el mercado del litio es pequeño en comparación con los otros minerales. Según Cochilco, el pico de ventas anuales, registrado en 2015 fue de aproximadamente 1200 millones de dólares, mientras que por ejemplo, el hierro supera los 160 mil millones y el oro los 152 mil millones.
El economista Lizardo González director del Centro de Estudios de Comercio Exterior de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), detalló que el carbonato de litio se negocia en torno de los 6000 dólares la toneladas, y pronosticó la posibilidad de alza en los precios de este producto, en los nuevos contratos que suscriban las empresas, dado que no se trata de un commodities.
Daniel Jerez director nacional de promoción minera señaló que “la minería es una actividad que agrega valor donde no hay nada”. Y explicó que “en estos momentos los precios están subiendo dado que hay un cuello de botella porque a nivel mundial varios proyectos se atrasaron, y la demanda siguió creciendo. Es uno de los pocos minerales que no ha caído”. Agregó que “la paradoja es que la demanda del litio es ahora, pero hay que moderar el exceso de expectativas. Recientemente apareció la tecnología para explotar arcillas y micas litíferas en Australia y México, que son una competencia para nuestros salares. El riesgo es que perdamos la carrera. Es un mercado pequeño que admite pocos jugadores. Lo que debemos hacer es tratar de aprovechar esas ventajas competitivas y radicar inversiones”.
En consonancia, un informe de agosto pasado elaborado por el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia y Tecnología (CIECTI), del Ministerio de Ciencia, señala que “a la primacía del litio para baterías se le pronostica una duración de 35 años, pues se prevé que la celda de hidrógeno sea económicamente viable alrededor del 2050”.
Fuente: Página 12
Lluvia récord en el Litoral para Abril
El agua no da tregua. Más de 51.000 personas evacuadas por las lluvias y por la crecida de los ríos temen que las tormentas empeoren aún más su situación. El fenómeno ya marca récords para abril. Así lo informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en un trabajo especial que muestra marcas inéditas en al menos cinco ciudades para esta época el año.
"Los mayores valores de precipitación se registraron en la provincia de Santa Fe, el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes, donde alcanzaron valores entre los 400 mm y 600 mm en los primeros 20 días del mes. En las provincias de Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Mendoza, el sur de San Luis, el centro de Salta, el norte de Córdoba y La Pampa y el centro-norte de Buenos Aires, se registraron precipitaciones que superaron los 100 mm", se indica en el trabajo, que se actualizará a fin de mes.
"En gran parte del centro y del norte del país los valores de precipitaciones registrados en las estaciones hasta el 20 de este mes representan más del 100% del valor normal. Cabe destacar que en las regiones del sur de Santa Fe y el norte de Entre Ríos los valores de lluvia observados representan más del 300% del valor normal. También se destacan los valores registrados en las provincias de Mendoza y Salta, los que representan más del 400% de los valores normales para esa región", se lee en el reporte.
Voceros del SMN recordaron que abril, al igual que marzo y octubre, es un mes habitualmente más lluvioso que los otros, pero nunca en los niveles actuales. "En el otoño y en la primavera la atmósfera es más dinámica, lo que provoca más posibilidad de lluvia. Por ejemplo, del total anual de 1400 mm acumulados, entre 120 y 140 caen en abril", explicaron.
El informe detalla que "la ocurrencia de abundantes precipitaciones en forma local sumadas a las crecidas de los ríos Paraná, Salado santafecino y Uruguay, así como también ríos y arroyos locales", fue la que causó el nivel de inundación y anegamientos en esta gran área productiva de la Argentina.
En Monte Caseros, en Corrientes, se registraron hasta el viernes pasado 527,5 mm caídos, marca que superó los 487,6 mm de 1991; en Concordia, Entre Ríos, la lluvia alcanzó los 507 mm, contra los 393,7 mm de abril de 2002. Sunchales, Santa Fe, mostró una de las mayores anomalías: este mes el agua caída llegó a los 472,3 mm, muy lejos de los 152 mm récord de 2013.
Según el organismo oficial, se presenta la primera irrupción de aire frío de la temporada otoño-invierno, que se extenderá progresivamente en todo el territorio nacional en los próximos días. Asociadas con el ingreso de aire frío se prevén nevadas que podrían extenderse al llano de Mendoza y las zonas serranas de San Luis y Córdoba, especialmente en las altas cumbres.
Fuente: La Nación
China enviará una misión espacial a Marte en 2020
Como aperitivo a la celebración este fin de semana de su primer Día del Espacio, China confirmó que proyecta enviar un vehículo explorador a Marte hacia el año 2020, un paso más en su ambicioso programa espacial que también incluye la puesta en marcha de una estación orbital propia para comienzos del próximo decenio.
"La misión tiene como objetivo orbitar alrededor del planeta rojo, aterrizar en su superficie y desplegar un vehículo robot, algo bastante difícil de conseguir", señaló en una conferencia el viceministro de Industria y director de la Administración Nacional del Espacio, Xu Dazhe.
Según reveló, este proyecto recibió la aprobación final de las autoridades centrales en enero de este año, y se eligió 2020 por ser el momento más propicio para realizar este intento, por lo que los científicos chinos están planeando cuidadosamente toda la misión para asegurarse de que no malgastan esta preciada oportunidad.
Se espera que, tras varios meses de viaje, la nave no tripulada aterrice en Marte en el año 2021, fecha en el que se celebrará el centenario de la fundación del Partido Comunista de China, según avanzó en marzo otro responsable del proyecto.
Una vez toque tierra, la máquina llevará a cabo diferentes investigaciones científicas sobre el suelo del planeta, su medio ambiente y su atmósfera, además de buscar rastros de agua. "El estudio de estas materias es realmente el estudio de la propia humanidad y los orígenes de la vida", dijo Xu. "Solo completando esta misión en Marte podremos decir que China se ha embarcado de verdad en la exploración del espacio profundo", añadió.
Pang Zhihao, investigador de la Academia China de Tecnología Espacial de Pekín, declaró a China Daily que el país se enfrenta a numerosos retos para poder completar la misión. "La nave deberá viajar unos nueve meses antes de alcanzar la órbita de Marte, ya que la distancia más corta entre la Tierra y Marte es de más de 50 millones de kilómetros" señaló. "Tenemos que conseguir un sistema de energía que pueda garantizar nueve meses de vuelo espacial", dijo, al tiempo que apuntaba a que otras dificultades a batir serán la del seguimiento y comunicación con la nave.
El gigante asiático ya intentó en noviembre de 2011 enviar en colaboración con Rusia una sonda a Marte, la Yinghuo-1, pero tras el lanzamiento que tuvo lugar en la base kazaja de Biakonur, la misión no consiguió salir de la órbita terrestre y acabó desintegrándose, con sus restos cayendo sobre el océano Pacífico dos meses más tarde.
En los últimos años, China está destinando grandes cantidades de dinero para financiar su ambicioso programa espacial e intentar ponerse a la altura de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, todavía se encuentra a cierta distancia de ellos, e incluso su vecina India le superó en la carrera por alcanzar el planeta rojo, cuando en septiembre de 2014 consiguió poner en su órbita una nave de bajo costo.
Los esfuerzos más recientes del país asiático se han centrado en a exploración de la Luna. En 2013, China se convirtió en el tercer país de la historia en llegar hasta el satélite con una sonda espacial, la Change 3, que tocó suelo lunar con el vehículo científico "Yutu", que al poco tiempo empezó a sufrir de problemas mecánicos. En enero, las autoridades anunciaron que tratarán de alunizar una nueva sonda en el lado oculto de la Luna en 2018, algo que ningún país ha conseguido todavía.
El programa espacial, que Pekín ve como un símbolo del progreso del país y un indicador de la creciente importancia alcanzada a nivel mundial, se va a acelerar en la segunda mitad de este año con el lanzamiento de su segundo laboratorio espacial, Tiangong-2, del que se dice que tendrá significativas mejoras con respecto al Tiangong-1 lanzado en 2011.
Además, la agencia espacial china también prevé lanzar a finales de este año una nueva misión tripulada a bordo de la nave Shenzhou-11, que se acoplará con el laboratorio espacial Tiangong-2, y supondrá el retorno de los astronautas chinos a la órbita terrestre después de las cinco misiones realizadas entre 2003 y 2013.
Finalmente, como ya confirmó el pasado jueves, China tiene previsto lanzar en 2018 el módulo central de su futura estación espacial, una base que espera tener en servicio para 2022.
Fuente: El Mundo
Tren magnético bate récord de velocidad: 1.000 km/h
Un equipo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha batido el récord mundial de velocidad con un trineo de levitación magnética (maglev), superando por primera vez los 1.000 kilómetros por hora. El escuadrón de pruebas número 846 rompió su propio récord mundial el pasado 4 de marzo, en las instalaciones de la Base Holloman.
"Hoy ha sido la prueba más rápida de lo que hemos hecho con el Maglev," dijo el teniente coronel Shawn Morgenstern, comandante de la escuadrilla. "Fuimos a 633 millas (1.018 kilómetros) por hora. El miércoles habíamos llegado a 513 millas (825 kilómetros por hora), y antes habíamos llegado a 510 (820), hace un par de años". Este logro no se improvisa. De hecho, se tardó casi seis meses en la planificación en los preparativos de la prueba.
Este trineo de levitación magnética es un sistema único. Utiliza potentes imanes para estabilizar un vehículo propulsado por cohetes en una pista de 640 metros de largo. A fin de que los imanes funcionen correctamente, los ingenieros deben primero enfriarlos a cuatro grados Kelvin, es decir, cuatro grados por encima del cero absoluto. Esto asegura el viaje más suave posible. "Usamos el helio líquido muy frío para hacer levitar esencialmente el trineo a través de imanes superconductores", dijo Morgenstern. "El sistema de levitación magnética nos da la posibilidad de probar los sistemas sin mucha vibración", añadió.
Fuente: El Mundo
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