En esta emisión, contamos con la participación de Flavia Saravia, Lic. en Ciencias Biológicas, Dra. por la UBA, Docente e Investigadora UBA-CONICET, para dialogar respecto a la neurodegeneración.
Para comenzar, Flavia destacó que "nosotros nos interesamos en el envejecimiento del cerebro. Recientemente las poblaciones de los países desarrollados tienen expectativas de vida mucho mayor gracias a la evolución de la medicina. Con eso, aparecen nuevas enfermedades, las enfermedades neurodegenerativas asociadas al
envejecimiento, como por ejemplo la enfermedad de Alzheimer. Tenemos una aproximación desde la Neurociencia Básica al proceso de envejecimiento del cerebro".
envejecimiento, como por ejemplo la enfermedad de Alzheimer. Tenemos una aproximación desde la Neurociencia Básica al proceso de envejecimiento del cerebro".
Con relación a la manera de estudiar los procesos neurodegenerativos, "utilizamos modelos animales que representan algunos aspectos de alguna enfermedad. Resulta muy difícil que algún modelo sea lo suficientemente bueno para representar todos los aspectos de una enfermedad compleja como el Alzheimer. Pero también tiene muchísimas ventajas: un modelo en ratón nos permite explorar su cerebro en ciertos aspectos que no podríamos hacerlo en otros casos. (...) Hay modelos de ratones transgénicos en los que, a través de un transgen humano que tienen los ratones incorporado en su propio ADN, se desarrollan ciertos aspectos de la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, uno de esos aspectos son las placas seniles, que son como depósitos extracelulares de proteínas mal plegadas a las que acuden otras moléculas. Dichas placas van formando un cúmulo y van impidiendo la comunicación neuronal. Los modelos que utilizamos nos permiten estudiar las primeras etapas de la enfermedad, antes de que ocurran pérdidas cognitivas importantes", afirmó la invitada.
En línea con lo anterior, "además de las pérdidas cognitivas, también evaluamos la conducta de los animales. Actualmente, tenemos una baterías de pruebas en el bioterio. En particular, nos interesa un tipo particular de aprendizaje, que es dependiente de una estructura muy vulnerable durante el envejecimiento: el hipocampo, el cual está muy relacionado con los procesos de aprendizaje y memoria. Sabemos que el Alzheimer afecta la capacidad de aprender y la memoria; entonces, lo que hacemos es enseñarle a los ratones a desarrollar una prueba (por ejemplo, una pileta con agua a una temperatura agradable que tiene disuelta una pintura blanca. Además, tiene una plataforma que está oculta. Como el agua no es el medio habitual del ratón, éste empieza a nadar para tratar de encontrar una solución y de repente encuentra la plataforma. En el lugar donde hacemos la prueba hay claves contextuales; es decir, el animal puede asociar la posición de la plataforma con una clave, que puede ser un dibujo en la pared o una cruz. Entonces, el ratón aprende a asociar la situación con la ubicación de la plataforma y la clave contextual. Cuando se lo coloca al ratón nuevamente en la pileta, si su memoria está intacta, puede usar esa experiencia para evocar el lugar de la plataforma y dirigirse directamente hacia allí; nosotros medimos el tiempo que tarda el ratón en encontrar la plataforma. En cambio, si la memoria no está intacta, el animal va a tardar mucho más tiempo en encontrar la plataforma, como si fuera la primera vez", agregó Flavia.
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