Programa 223

"Las necesidades de inversión en
infraestructura son muy grandes"



En esta emisión, contamos con la participación de Maximiliano Velázquez, especialista en Planificación Urbana Regional, miembro del Programa Interdisciplinario de la UBA sobre Transporte, y coordinador de la Red Universitaria de Transporte, para reflexionar acerca de la movilidad en el AMBA.

En primer lugar, Maximiliano comentó en qué consiste la publicación presentada en este evento: "el 12 de abril presentamos las actas del libro del congreso argentino de transporte, que realizamos en mayo del año pasado. En dicho libro, se compilaron una serie de artículos presentaron en el congreso que abordan múltiples temáticas vinculadas al transporte: transporte urbano, transporte de pasajeros y carga, transporte nacional e internacional, los problemas propios de la planificación en el transporte. Pero, además, se desarrollaron temas relacionados con la historia del transporte -el recuperar los sucesos a partir de los cuales se fue construyendo la red de infraestructura- y el abordaje social del transporte -de qué manera se percibe un determinado transporte público, cuál es la cotidianidad de un transporte dado que genera una forma de ver al mundo. No es lo mismo acercarse todos los días al trabajo en colectivo que en subte, tren o auto; esas diversas percepciones terminan configurando el espacio y tiempo y nos dan una mirada sobre la ciudad, la urbanización y el entorno-. Sobre todos estos tópicos es que se recopilaron estos artículos presentados en el congreso y se los editó en formato libro pensando en la divulgación de los temas".

Con relación a cómo favorecer al transporte público, el invitado sostuvo que "primero hay que ver
al transporte en una dimensión histórica. Y, además, no es lo mismo pensar la región metropolitana de Bs. As. o los grandes conglomerados urbanos del país que las ciudades intermedias y menores. Cuanto más chica es una ciudad, la preponderancia del automóvil como eje de movilidad dentro del territorio es central. Ahora bien, cuanto más grandes son las ciudades, la situación se invierte. En la Ciudad de Bs. As. pareciera que la gente se mueve más en auto pero, en realidad, el mayor porcentaje lo sigue teniendo el transporte público. Al mirar en perspectiva histórica, en los años 60's la distribución de los viajes por modo era más grande y a favor del transporte público; hacia el presente, esa proporción ha ido decayendo mientras que el auto fue ganando participación, aunque la de éste no es tan grande. Lo que sucede es que en un automóvil viaja una persona y, cuando todos los autos quieren pasar por un espacio físico de la ciudad determinado, esos lugares colapsan; entonces, la sensación es que no avanzo. Ahora, un colectivo -que representa el espacio de cuatro autos- puede estar transportando 50-60 personas, mientras que el tren lleva entre 1.000 y 1.500 personas. Con lo cual, el volumen importante de movilidad sigue siendo el transporte público".

En esa línea, Maximiliano se preguntó "qué es lo que hay que hacer para seguir fortaleciendo al transporte público y evitar que pierda participación versus el transporte privado. Invertir en él: carriles exclusivos, metrobuses, trenes. El transporte ferroviario tiene una enorme capacidad ociosa: se podría transportar muchísima más gente con la misma infraestructura. En algunos puntos de la ciudad, es importante favorecer el transporte de pasajeros, en donde el colectivo es el protagonista. Otra de las cosas podríamos mencionar es mejorar la eficiencia del modelo automotor: la estrategia de car-sharing, en donde se comparte el auto y viajan 4-5 personas en lugar de solo una, apunta a la eficiencia energética, menor contaminación y menor congestión".

En relación a cómo hacer para articular y planificar el transporte público de pasajeros, el invitado planteó que "en primer lugar que hay que casarse con ningún modelo. Que el metrobus funcione muy bien en Juan B. Justo no significa que haga lo mismo en cualquier avenida. Las soluciones hay que verlas en cada contexto y situación. Nosotros tenemos una tradición muy importante de estaciones ferroviarias como centros de transferencia; sin embargo, estos centros tienen muy poca información sobre los demás modos de transporte. Yo llego a Retiro y sé cuándo sale el próximo tren, pero no sé cuándo viene el próximo colectivo o si funciona o no el subte. Hay una falta de información y acceso a la misma. Esa información permite integrar los modos de transporte y permite pensar que en la movilidad intervienen distintas modalidades de transporte. Una de las políticas para fomentar lo anterior es buscar que tengamos un boleto uniforme para todos los modos de transporte: en lugar de pagar por acceso al transporte, que sea por tiempo o algún otro modo a la europea. Es decir, al comprar un pasaje uno puede subir y bajar de los distintos modos de transporte y no volver a pagar. Esto beneficia a las personas que más lejos viven, quienes son las que más sufren la movilidad. Entonces, en lugar de pagar dos o tres pasajes, pagarían uno solo. Este concepto es el de multimodalidad. Pero para eso nos falta muchísimo tiempo porque no tenemos las condiciones básicas: hay gran parte de la infraestructura ferroviaria que todavía tiene estado de obsolescencia, tenemos muy deteriorada la red de tránsito pesado, los puertos y aeropuertos tienen déficits importantes; las necesidades de inversión en infraestructura son muy grandes. Todo esto hace que nuestros productos sean caros para el resto del mundo, lo cual nos quita competitividad y capacidad de generar trabajo". 

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