Programa 147

"La inseguridad remite a la cuestión de
un cierto tipo de delito"


En esta emisión, contamos con la participación de Federico Lorenc Valcarce, Investigador y Docente de la UBA, para reflexionar acerca de inseguridad, Estado y mercado.

Para comenzar, al plantear qué se puede entender por "inseguridad", el invitado comentó que "recordaba una época anterior en la que no se hablaba de "inseguridad" sino que se hablaban de "robos", "violencia" y "delitos". La inseguridad es una palabra que arriba al vocabulario político y cotidiano tardíamente. Es difícil hacer un rastreo filológico de cuándo se empezó a utilizar, pero probablemente no haya sido antes de la década del '90. En principios de esa década, el tema de la seguridad y la inseguridad empieza a ser problematizado crecientemente en la política, en los medios de comunicación, y se convierte en un tema de preocupación social. Ahora bien, uno podría limitarse a constatar que simplemente esto sucede y dar por supuesto que detrás de estos procesos no hay ningún tipo de mecanismo social oculto que permitiría explicar que esto sucede. Uno podría decir que, en la década del '90, hay un incremento de las noticias policiales -esto incluso está medido-, que a su vez es acompañada por un incremento de comentarios y opiniones acerca de la inseguridad en las secciones especiales de los diarios. (...) La inseguridad en su sentido socialmente vigente remite a la cuestión de un cierto tipo de delito: un delito callejero, o domiciliario, que recurre a la violencia. Ninguno de nosotros pensaría que la inseguridad está vinculada, al menos en la experiencia de las personas, a una estafa, por ejemplo".

En cuanto a la vinculación de la inseguridad con la agenda política, Federico sostuvo que "no es fácil hablar de la seguridad desde una perspectiva en la que se trata de deconstruir el problema. Muchas veces uno corre el riesgo de ser el blanco de acusaciones rápidas. Lo que estoy diciendo es que, para los políticos, es un tema importante no porque sea importante en sí mismo, sino porque les permite en cierto modo desarrollar su actividad de representación política. Y para nosotros es importante porque la manera en la que los políticos hablan, por un lado, expresan ciertas representaciones que están circulando en distintos ámbitos sociales, pero al mismo tiempo también tienden a reforzarla. Entonces, cuando yo escucho al político que explica cuál es el problema de la economía argentina o la inseguridad y le presto atención, puede suceder, y de hecho sucede, que algunas de las explicaciones que el político dé las encuentre razonables y las incorpore en mi propio repertorio de explicaciones e interpretaciones". 


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